El ilustrador y diseñador Daniel Columna nos presenta una potente serie de trabajos llenos de una energía radiante, influidos profundamente por el mundo del tatuaje y del cómic de los 90. Su desenfrenado estilo respira, como el mismo autor confiesa, del primitivo mundo del tatuaje y de la conocida edad oscura del cómic, la cual, como alguien “no sin razón” dijo, fue, sobre todo en materia de superhéroes, una década mala para la industria del cómic.
Aunque, a decir verdad, también es cierto que, en contrapartida, se crearon excelentísimos trabajos Marvels, Predicador, Sin City, Batman - El largo Halloween, Bone, From Hell, Elektra lives again, entre otros, que, probablemente, la mayoría de las personas que gozamos día a día del arte de dibujar, alguna vez tuvimos entre nuestras manos y leímos algún ejemplar, disfrutando como nunca de sus inquietantes ilustraciones.
Nuestro galopante ilustrador Daniel Columna, con su estética y huella visual, diseñando a través de software como Clip, Studio Paint y Photoshop, todo tipo de productos como camisetas, tablas de skateboard, fundas de móviles, etc, ha sabido hacerse inteligentemente un hueco en este difícil mundo.
En sus ricos diseños, altamente atractivos en colorido, estudio de línea y del plano, demuestra su profundo empeño y deseo en trasmitir la mayor veracidad, tratando el volumen continuamente, evidenciando sus conocimientos de claros oscuros en cada uno de ellos, del mismo modo que sus admirados ilustradores, Joe Fenton, Dave Tevenal, Víctor Chil, Aaron Della Vedova, entre otros maestros, demuestran en sus obra.
Sus distintos diseños y trabajos están perfectamente ejecutados, son de una alta categoría, pero, vistos así, como podemos ver en su galería de imágenes, en mi modesta opinión y desde una observación más general, están incompletos, porque debemos de concebir que su arte cobra sentido sobre el soporte o materia para el cual fue diseñada. Como sí a un árbol le arrancaras su corteza y quisieras comprender su naturaleza, la obra de Daniel necesita el soporte para el cual fue concebido, el cuerpo...
Su vertiginosa estructura continuada de armonías impecables, justas y contenidas a la vez, me acercan en la forma esa increíble y elaborada decoración de la arquitectura islámica, donde la utilización de las yeserías, ataurique, lacería y el estilo epigráfico, por medio de la repetición, conquistan nuestra observación al acercarnos a ellas.
Daniel, por medio de sus ilustraciones ambientadas en culturas étnicas tradicionales, como pueden ser la azteca, egipcia, africana, incluso japonesa, y su elaborado estudio de la perspectiva unido a su personalísimo sentido del color, valorando cada una de las formas que selecciona para sus trabajos, consigue, de manera sabia, sacarnos una valorada sonrisa y, como es en mi caso, un sentimiento de admiración hacia su obra. Por ello, disfrutemos de su trabajo a continuación, la ocasión lo merece. Y sonreír también.
David Saborido
Comisario
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