Serena Fortín

Todos sus trabajos, esculturas y joyas, así como sus originales lámparas-escultóricas, (como ella misma las llama), nos sumergen en su mundo sensual, estilizado, quizás extraño, repleto de una vida que sólo existe en otros mundos, muy lejos de este...

Serena Fortín

Mi trayectoria empieza mudándome a Toscana para formarme en el “Instituto de Arte de la Madera y del Restauro del Mueble Antiguo” y es aquí donde empieza mi pasión por la talla de la madera, que combino con la restauración. Sucesivamente, monto mi propio taller y combino los trabajos de restauración, tanto para clientes privados como para entidades públicas y museos, con la decoración de interiores, realizando muebles y complementos. Esta necesidad de creación me llevó también al diseño y realización de joyas-escultura en madera, exponiendo mis obras en las exposiciones italianas más importantes del sector.

Desde el 2006 vivo en Jerez de la Frontera, donde he trabajado en mi propio taller como restauradora de antigüedades, tanto para particulares como para entidades públicas como el Buque Escuela “Juan Sebastián de Elcano” y la Diputación de Cádiz. Aquí empecé a esculpir esculturas con figuras abstractas de diferentes tamaños, seguí también con el diseño y la creación de joyas de madera contemporáneas, para luego participar en exposiciones colectivas e individuales en Jerez de la Frontera y en el área de la provincia de Cádiz. Actualmente, me dedico también al diseño y construcción de lámparas escultóricas que utilizan principalmente madera para sus estructuras y el sistema con tecnología LED para la iluminación.

 

Autor Serena

Sobre mi trabajo

Desde siempre, para mí, crear ha sido una necesidad, constantemente en búsqueda de armonía y belleza. Inspirándome en la naturaleza, realizo esculturas de madera que esculpo, tallo y lijo con esmero y pasión, dando vida a una plasticidad abstracta con líneas evocativas y movimientos sinuosos. Todas piezas únicas y originales. Su nombre es formapura, porque es el concepto de la forma lo que me interesa considerar y enfatizar, no el contenido. El protagonismo es de las líneas definidas, de las luces y sombras que se crean y de los espléndidos matices que regala la madera. Fundamental también queda el tacto: cuando se acarician estas obras, la sensualidad que las invade impregna tus dedos.

Formapura, la expresión de la escultura: esculturas, joyas-esculturas, lámparas-escultóricas

Escultora, diseñadora y restauradora de muebles antiguos, comparte con nosotros Formapura, una propuesta escultórica en estado puro. 

Desde un concepto de máxima simplificación estructural, rezuma sensualidad todo lo que esta afable escultora hace. Son piezas altamente contenidas, formalmente exentas de decoro, sin conceder capricho alguno a la ostentosidad de la configuración. Las esculturas de Serena Fortin parecen estar vivas, moverse solas, recuerdan el poder de trabajar desde el “mínimo”, utilizando poderosamente una visión extrema, estilizada, para alcanzar el “máximo” de expresión. ”Expresar mucho, con tan poco”. 

Todos sus trabajos, esculturas y joyas, así como sus originales lámparas-escultóricas, (como ella misma las llama), nos sumergen en su mundo sensual, estilizado, quizás extraño, repleto de una vida que sólo existe en otros mundos, muy lejos de este.

Son formas a punto de desaparecer, invisibles, siempre en movimiento, de una minuciosidad impecable, que nos retrotraen al pasado del arte, escultórico y plástico de principios del siglo XX, de conocidos escultores como Constantin Brancusi (1876-1957), especialmente su conocida obra “Pájaro en el espacio” de 1923, o también, por qué no, de aquel olvidado movimiento llamado precisionismo, llamado a su vez “realismo cubista”, pulcro y esbelto, que conquistó los Estados Unidos por aquellas fechas, años 1920. Pues ella y su obra me los trae al recuerdo, donde todo lo ocurrido antes parece habitar de nuevo.  

David Saborido
Comisario

(Continuación)

Pero su obra renueva todo lo anterior. Sus piezas de madera son tratadas como si fueran a echar a volar… volátil y desnuda, como sin piel, limpia, oxigena la mirada del que las observa. Figuras confusas, ascendentes, "abiertas" en su mayoría, parecen gobernar el espacio vacío inexistente que habita entre ella, su mirada y sus manos... Sus joyas son detalles ínfimos, íntimos y cercanos, de extrema exaltación, un culto al cuerpo compuesto de delicadas formas repletas de distinción, elegancia suprema de su propia persona. 

El hacer de Serena es discreto, silencioso y sereno, piezas concebidas de retales al aire, que parecen buscar y finalmente encontrar el azul del cielo. Una búsqueda continua del principio de la simplificación, un reencuentro entre dos almas gemelas.

David Saborido
Comisario

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