Debora Notenson: Seremos felices!

Debora Notenson: Seremos felices!

Deje ya de retorcerse el bigote, señor Darling, Peter Pan no es
más que un nombre, un nombre más para pronunciar a solas,
con voz queda, en la habitación a oscuras.

Leopoldo María Panero

 

¡¡SÍ, SEREMOS FELICES!!
Seremos felices hasta un grado de fábula.

Aunque no conozcamos la fábula, y ni tan siquiera el título. Sin embargo nos alegra saber que la fábula contiene un premio a modo de moraleja. Un bello consejo que nos ayudará a afrontar la vida por el camino recto de la bondad y la bonhomía.

Seremos felices. Y esto nos lo cuentan los personajes de estas pinturas. Unos personajes que nos parecen familiares; pero no familiares en el uso génerico de la palabra para designar lo que ya se ha visto (porque es imposible que realmente los hayamos visto antes), sino familiares en el sentido intimo del niño que juega en su casa con un libro ilustrado en la mano y un programa infantil en la pantalla del televisor.

Intimamente familiares.

Nos evocan una infancia no vivida -al menos de la manera que aquí se nos narra-, pero que aún así apelan a esa época dorada en que nos ocultaban lo feo del mundo, y si te tomabas la sopa te llevarían al zoo a ver el oso pardo en su jaula. Qué maravilla, qué paraíso perdido. Qué alegría saber que podemos rescatar esa felicidad, que siempre ha estado ahí, envuelta en el celofán de esos recuerdos que auguraban un mundo feliz, lleno de premios fáciles...

Quizas extrañamente fáciles. ¿Nos basta alcanzar la felicidad mórbida del luchador de sumo para derrochar salud? ¿Por qué la simpática mazorca de maíz conspira con las sandias? ¿Si hoy es martes, esto es Bélgica?

Todo aquí tiene un color tan atractivo... Como en una estanteria de supermercado. Aunque todo esté pintado con un trazo expresionista que evita la artificiosa perfección de lo plano, propia de la publicidad industrializada. Pero... Aquí hay algo que no cuadra.

¿No estabamos hablando de la felicidad que sobrevive en nosotros gracias a los entrañables recuerdos de la infancia? La verdadera patria del hombre es la infancia, decía Rainer Maria Rilke. Entonces, ¿qué pasa? ¿A qué ese desgarro en el trazo? ¿Por qué esta alegría pictórica que nos sugería un cierto revival de los cuentos ilustrados de nuestra infancia, nos parece ahora bajo una mirada más atenta una mueca nihílista nacida del desencanto?

Vendría muy bien que el espectador, sobre todo en estos tiempos de miedo, manipulación y propaganda, lo intente descubrir. Y sobre todo, que después lo cuente.

Debora Notenson lo cuenta como nadie.

 

Germán M. Borrachero
Director del Museo del Grabado
Español Contemporáneo

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Sala Rivadavia
Presidente Rivadavia, 3, Cádiz
Del 4 de julio al 3 de agosto de 2024

Horario

Martes a viernes
De 11:00 a 13:30 h. y de 18:00 a 20:30 h.

Sábados
De 11:00 a 14:00 h.

Lunes, domingos y festivos
Cerrado

 

 

 

 

Documentos:

Cuadernillo Rivadavia nº 18

Cuadernillo "Seremos felices!", de Debora Notenson

Vídeo invitación