Entre las actividades programadas para este mes de noviembre en el ámbito de Fomento de la Lectura, encontramos "Retahila", una obra de Alicia Bululú. Nos hemos puesto en contacto con ella, con Alicia, y hemos hablado un poco sobre esta actividad.
¿Cómo surge la idea de montar un espectáculo como "Retahila"?
La casa de mi abuela era una casa de costura, mis muñecas eran hechas a base de recortes de telas, mi lugar favorito para esconderme era la mesa del corte... Pensé que con una infancia tan divertida había que montar algo y, por otro lado, tenía muchas ganas de rendirle homenaje a mi abuela a través de mis historias.
¿Y de dónde viene tu pasión por la narración oral?, ¿te contaron muchos cuentos cuando eras niña?
De niña no me contaron muchos cuentos, sin embargo tuve muchos libros a mi alcance, lo cual propició mi pasión por leer historias y el placer por contarlas viene de tener una madre muy preguntona. Mi madre sabía hacer preguntas tan buenas que podía hacerme hablar durante horas. También me enseñó a escuchar, que para mi profesión es de lo más importante.
En el fondo, Retahíla ahonda en nuestra memoria colectiva, en ese patrimonio inmaterial que, si no lo preservamos, estaría condenado a desaparecer. ¿Crees que es importante conservar nuestro patrimonio oral?, ¿piensas que se llevan a cabo medidas efectivas para su conservación y puesta en valor?
La memoria colectiva no deja de ser el espacio de raíces por donde los árboles se abrazan. Sentirnos comunidad, pertenecer al mundo, acompañarnos es uno de los regalos que nos ofrece el patrimonio oral. En una era en la que el exceso de información y de comunicación nos aísla de sobremanera es fundamental crear espacios de encuentro en torno a la palabra viva. Hay muchas iniciativas, pero en la mayoría de los casos se trata de medidas puntuales, que no tienen continuidad. Sin embargo y por fortuna, hay circuitos como este que dan cabida a la palabra contada para que pueda llegar a cuantos más destinos, mejor.
En una era en la que el exceso de información y de comunicación nos aísla de sobremanera es fundamental crear espacios de encuentro en torno a la palabra viva.
Sabemos que Retahíla se estrenó en marzo de 2014, por lo que lleva ya un buen trecho recorrido y habrá tenido muchas representaciones. ¿Podrías contarnos cómo es la reacción de los públicos?, ¿es todo público infantil o también participan de otros tramos de edad?, ¿cómo reacciona cada uno en función de su edad?
Pues es una obra que tiene ya un buen camino andado, pero por suerte está viva y va adaptándose y evolucionando conforme va viajando en el espacio y en el tiempo. La representaciones más hermosas son para público intergeneracional, es un espectáculo donde las personas mayores también vivifican recuerdos de infancia.
¿Por qué recomendarías a alguien que nos esté leyendo que acuda a una representación de Retahíla?
Porque recibir historias, desde el afecto, con la mirada compartida y en un lugar en el que se para el tiempo es un regalo que no se puede desperdiciar.
Aparte de este espectáculo, ¿puedes hablarnos de otros proyectos de Alicia Bululú?
Pues ahora estoy muy contenta impartiendo una formación sobre Literatura infantil y juvenil e Inclusión. ¡un auténtico placer!
Y ya puestos, y para terminar, ¿de dónde viene el nombre Alicia Bululú?
Pues los Bululús eran cómicos que viajaban de lugar en lugar contando historias. Antes, las compañías teatrales se nombraban en función de la cantidad de actores que las formaban, cambaleo por ejemplo si eran cinco, ñaque si eran dos, y cuando solo quedaba uno se llamaba bululú, y representaba igualmente las obras haciendo el papel de todos los personajes. Cuando empecé a trabajar en solitario me sentí muy bululú haciendo viajes de lugar en lugar y representando muchos papeles a la vez en solitario, aunque mis papeles no eran personajes sí tenía que la comercial, publicista, gestora empresarial, directora, guionista, tramoyista... que es lo que hace al fin y al cabo una narradora oral, multiplicarse por mil para poder contar historias.
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