Promete diálogo y una lealtad exigente para combatir el desempleo y fortalecer las políticas progresistas
Juan Carlos Ruiz Boix ya es el nuevo presidente de la Diputación Provincial de Cádiz, el octavo desde la recuperación de la democracia. La elección, mediante voto emitido por todos los miembros de la Corporación, se ha resuelto por mayoría absoluta conforme al siguiente escrutinio: 16 a favor (que es la suma de los grupos Socialista y de La Línea 100x100 que sustentan el actual gobierno provincial), 10 en blanco y 4 abstenciones. Ruiz Boix sucede en la Presidencia a Irene García Macías, quien se incorporará al Parlamento de Andalucía en la próxima legislatura autonómica.
En su discurso de investidura, Ruiz Boix ha manifestado que la etapa que ahora se abre será “un punto y seguido” en relación a las grandes líneas estratégicas que se adoptaron en el año 2015, cuando se inició el primer mandato presidido por Irene García, si bien “esta continuidad no debe ser entendida como una inercia autocomplaciente”. Parte por tanto de una base sustentada por “principios progresistas, que han permitido situar a esta Diputación como motor del desarrollo económico y social de todos los territorios que conforman nuestra provincia”.
El presidente de Diputación considera que el paro persiste como “principal problema de esta tierra”, por lo que desde la institución provincial se insistirá en combatirlo a través de instrumentos como el Plan de Cooperación Local –que en su nueva edición conlleva un presupuesto de 5,3 millones de euros y una previsión de 1.400 contrataciones-, el plan Dipu-Inver, el Plan Provincial de Obras y Servicios (entre ambos se alcanza un saldo inversor de 40 millones de euros), así como las iniciativas DipuEmplea y Dipuform@ que promueve el IEDT.
Ruiz Boix valoró la capacidad del Consejo de Alcaldías como foro de interlocución y participación de los Ayuntamientos, y anunció que “redoblaremos esfuerzos para dotar de los fondos necesarios aquellas políticas sociales que apuntalan nuestro Estado del Bienestar”.
Ha anticipado que ejercerá “una Presidencia dialogante, que cultive la cooperación con todas las administraciones públicas en defensa de los intereses de la provincia”. Lealtad que, en todo caso, será “exigente” ante los Gobiernos de España y de la Junta de Andalucía tal como demanda la sociedad conformada por los 45 municipios gaditanos.
En el discurso ha ofrecido su “mano tendida” a los agentes económicos y sociales, y a los partidos de la oposición política representados en Diputación para confluir en un objetivo compartido: superar los momentos difíciles y convulsos que actualmente se afrontan, tras una pandemia de efectos devastadores, y una tragedia humanitaria como la guerra en Ucrania que –entre otras consecuencias- ocasiona un sensible crecimiento de la inflación y pérdida de poder adquisitivo.
En esa tesitura “debemos estar a la altura de los retos a los que nos enfrentamos”, prescindiendo del derrotismo y fomentando y fortaleciendo los valores de la provincia de Cádiz: una tierra diversa, pujante y reconocida no sólo por su atractivo turístico y la riqueza de su patrimonio cultural, gastronómico o medioambiental, sino también por su carácter emprendedor y por estar a la vanguardia en diversos sectores productivos, especialmente aquellos sobre los que debe pivotar en el futuro un nuevo modelo de desarrollo económico”.
Ruiz Boix apuntó motivos para la esperanza, como son los índices del desempleo que –pese a ser preocupantes- descienden con la aplicación de la Reforma Laboral. Al respecto relacionó los datos de mayo de 2021 con los del año en vigor, que refieren una bajada del paro cifrada en 34.000 personas.
Y expuso algunos asideros que pueden revertir la situación socio-económica de la provincia de Cádiz, como es el caso del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia o los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), que sustentan los fondos europeos Next Generation y pueden propiciar beneficios en industrias como el sector naval, aerospacial o químico.
El impulso a las energías renovables, el desarrollo de la Agenda Urbana 2030, las plataformas logísticas, la defensa de sectores estratégicos como la agricultura, la ganadería o la pesca, el turismo, el vino del Marco de Jerez, la piel de Ubrique o la flor cortada de Chipiona… fueron algunos de los baluartes económicos citados por el presidente de Diputación que deben cimentar esa senda de recuperación.
En su discurso también expuso claramente que no se concederá “ni un paso atrás” a las políticas de justicia social que han caracterizado a la Diputación de Cádiz, situando en este ámbito a la lucha contra la violencia de género, las políticas de igualdad y la recuperación de la memoria histórica.
Juan Carlos Ruiz Boix incluyó referencias a tres representantes públicos: a Javier Sánchez Rojas, presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, con quien ha confirmado la predisposición a trabajar por el progreso de la provincia en alianza con instituciones públicas y sindicatos; a Francisco Piniella, rector de la Universidad de Cádiz, para mantener la cooperación existente y “desencallar” el proyecto de Valcárcel –para que en dicho inmueble se asiente la Facultad de Ciencias de la Educación- “que necesita la ciudad de Cádiz”.
Y la tercera referencia, citada al comienzo del discurso, fue Irene García, con quien ha compartido un proyecto político gestado hace una década. “Muchas gracias por tu legado, por tu forma de entender y ejercer la Presidencia. Hoy cierras una etapa brillante en esta institución y estoy convencido de que tu impronta también se hará notar con inmediatez en el Parlamento de Andalucía y en la política regional”, valoró Ruiz Boix.
El presidente de Diputación añadió que, con su investidura, se produce un estreno: ser la primera persona del Campo de Gibraltar en liderar la institución provincial. En referencia a su comarca de origen destacó dos necesidades de urgente solución: la conexión ferroviaria, que requiere el puerto de la Bahía de Algeciras, y la Zona de Prosperidad Compartida que debe desterrar las amenazas del Brexit.
Antes de la proclamación de Ruiz Boix, como presidente de Diputación, su predecesora –Irene García- inició la sesión de un Pleno extraordinario que comenzó tomando conocimiento de su renuncia al frente de la Corporación Provincial. Irene García se despidió mostrando un balance “muy positivo”, en el que al menos el 80 por ciento de los asuntos de gestión del ejecutivo provincial se han aprobado por unanimidad, según valoró. En su intervención realizó una defensa a ultranza de las entidades locales, de un “poder municipal” que pese a demostrar reiteradamente su capacidad de gestión sigue lastrado por demasiadas tutelas. Y agradeció la implicación de ayuntamientos, instituciones y del personal de una entidad como Diputación que es “imprescindible”.
Los portavoces de los distintos grupos políticos (Izquierda Unida, Andalucía por Sí, Ciudadanos, La Línea 100 x 100, Adelante Cádiz, Partido Popular y PSOE) intervinieron tanto en la despedida de Irene García como en la investidura de Ruiz Boix; en un caso valorando la impronta que dejan sus siete años de mandato y deseando suerte y aciertos al nuevo titular de Diputación.
A la sesión plenaria han asistido autoridades civiles y militares, representantes parlamentarios de la provincia de Cádiz, alcaldes y alcaldesas, agentes económicos y sociales y el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.
Acceda al disurso de investidura
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